Terapia de juego: no solo diversión y juegos — ChildTherapyToys

Terapia de juego: no sólo diversión y juegos

Publicado por primera vez: 1 de marzo de 2008.
Autor: Jacob Wilburn
Categorías : terapia de juego
El objetivo de una práctica denominada "terapia de juego" puede parecer evidente: levantar el ánimo de un niño con problemas permitiéndole hacer algo que le guste. Pero un mundo en el que el espectro cada vez más amplio de problemas que afectan el desarrollo de un niño puede tratarse con una ronda de "Go Fish" es un mundo en el que un baño doble de helado de chocolate es un tratamiento aceptable para la meningitis. En otras palabras, mientras se juega poder por ser terapéutica, una comprensión tan simplista de la terapia de juego difícilmente arañaría la superficie de las teorías, usos y complejidades involucradas. El juego es un componente esencial en el desarrollo emocional, psicosocial, cognitivo y conductual del niño. Es un medio de expresarse de formas que no son posibles mediante la comunicación directa. Al utilizar el juego como salida, un niño puede revelar (y un terapeuta de juego puede observar) cualquier confusión, frustración o ansiedad que pueda estar inhibiendo su desarrollo o impidiéndole disfrutar de una infancia feliz y saludable. Es por ello que se ha denominado al juego el “lenguaje de la infancia”. El papel de un terapeuta de juego es interpretar este lenguaje y abordar cuestiones importantes utilizando una variedad de enfoques. Aunque el curso de la terapia de juego varía según la situación del niño, la técnica más básica es la "terapia de juego centrada en el niño". Como en todos los enfoques de terapia de juego, los elementos cruciales aquí son el entorno y la relación niño-terapeuta. Las sesiones se llevan a cabo en espacios cuidadosamente diseñados llamados "salas de juego”, que contienen una variedad de juguetes y actividades elegidos deliberadamente y colocados cuidadosamente por el terapeuta. Dado que el objetivo principal es dilucidar la conducta natural del niño, el terapeuta debe crear una atmósfera de aceptación y no punitiva. Si esta disposición se establece claramente, el niño estará más relajado e instintivo, lo que permitirá al terapeuta realizar observaciones más agudas basadas en su conocimiento y experiencia. A medida que el niño muestra sus preferencias de juguetes (muñecas, pistolas de juguete, disfraces, etc.), comportamientos y niveles de interacción, el terapeuta, utilizando modelos teóricos y su propia experiencia, puede comenzar a evaluar y racionalizar cualquier problema existente, desde trauma o estrés hasta dificultades de aprendizaje. La observación y el análisis cuidadosos durante las sesiones de terapia de juego permiten al terapeuta brindar la orientación y la estructura útiles necesarias para resolver los problemas del niño y restaurar el crecimiento y desarrollo saludables. Durante más de cincuenta años, esta metodología de terapia de juego se ha utilizado como un dispositivo de intervención y diagnóstico exitoso para niños de entre tres y dieciséis años. Sin embargo, a medida que se realizan más investigaciones, el proceso ha adoptado muchas formas especializadas y se ha extendido para tratar problemas de salud mental en personas de todas las edades. Parece obvio que aceptar y utilizar cuidadosamente los efectos catárticos naturales de divertirse a través del juego y el humor puede tener un profundo impacto en el desarrollo y la curación.

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