Derechos, responsabilidades, privilegios, recompensas: estrategias de entrenamiento por Donna Hammontree, LCSW, RPT-S

Ayudar a los niños a aprender a gestionar y regular su comportamiento puede ser un desafío. Mi colega Mandy Miller, LCSW, compartió sus ideas conmigo y uso su sistema con regularidad cuando entreno a padres, adolescentes y niños. Para empezar, todos deberían tener claro qué es un derecho, una responsabilidad, un privilegio y una recompensa.

Definiciones basicas 
Derechos:  comida, refugio, ropa, amor
Responsabilidades:  respeto, completar la escuela y la tarea, hacer las tareas del hogar, seguir instrucciones de un adulto
Privilegios:  videojuegos, acceso a celular, televisión, manualidades, tiempo con amigos, ropa de marca
Recompensas:  salidas a tomar helado, ir a la juguetería, invitar a un amigo, ir al parque, elegir y jugar un juego familiar

Una vez que tengamos claras nuestras definiciones, el siguiente paso es pasar de un enfoque negativo a uno positivo. Queremos que los cuidadores y los padres comprendan los beneficios de centrarse en ganar privilegios, en lugar de perderlos. Como adulto, si conduzco mi automóvil de manera responsable, gano y mantengo mi privilegio de conducir. Si decido acelerar o pasarme los semáforos en rojo, es posible que tenga que tomar el transporte urbano o andar en bicicleta.

Pautas básicas
Consistencia:  Si hay dos o más adultos involucrados en el hogar, todos deben comunicarse y trabajar juntos.
Pérdida de privilegios a corto plazo:  Los privilegios se pueden volver a ganar cambiando el comportamiento rápidamente o manteniendo la calma mientras participa en otra cosa. La pérdida de privilegios a largo plazo puede conducir a la desesperanza y a un aumento de los comportamientos desafiantes y de oposición. 
No punitivo:  El niño elige ganarse un privilegio o no.  
Cuidadores tranquilos, afectuosos y firmes:  Los adultos deben mantenerse emocionalmente desenredados ante cualquier rabieta. Esto significa que el adulto debe permanecer tranquilo, positivo y agradable sin asumir las emociones del niño. Se debe entrenar a los padres para que escuchen activamente: "He oído que estás molesto y lamento que hayas perdido tu privilegio... Te sientes muy enojado conmigo en este momento y estás molesto porque perdiste tu privilegio". Los padres deben seguir siendo empáticos y cariñosos.

Sugerencias adicionales
Los cuidadores y los padres pueden usar este programa exclusivamente dentro del hogar o el programa puede incluir actividades fuera del hogar. Los niños que luchan fuera del hogar pueden beneficiarse de que algunos de sus privilegios en el hogar dependan del éxito en la escuela o el campamento. Por ejemplo, si el niño tiene un día verde, recibe 1 hora de videojuegos. Si el niño tiene el día “amarillo”, tiene que esperar 15 minutos para empezar a jugar a los videojuegos durante 45 minutos. Finalmente, si el niño tiene un día rojo, no tiene tiempo para jugar videojuegos. El niño puede hacer cualquier otra cosa, como jugar al aire libre, leer libros o jugar juegos de mesa con sus padres. Los plazos deben coincidir con la edad cronológica o de desarrollo del niño. Si se incluye el día de escuela o campamento, los maestros y los padres deberán trabajar en estrecha colaboración todos los días. Varios días de éxito pueden ir seguidos de privilegios adicionales o actividades de recompensa.

Algunos niños, especialmente los más pequeños, pueden necesitar que el día se divida en partes más cortas, como de 8 a. m. a 10 a. m., de 10 a. m. a mediodía, del mediodía a 2 p. m., etc. Los niños con problemas de autorregulación y control de impulsos pueden beneficiarse de períodos de retroalimentación aún más cortos.